Vistas de página en total

martes, 26 de septiembre de 2017

La fragua literaria leonesa: Manuel Fuentes Martínez

Cultura cultura
0 votos
 Disminuir fuente / Aumentar fuente
LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Manuel Fuentes: "Me entusiasma Milan Kundera, con su tremenda carga de pensamiento"

Manuel Cuenya | 26/09/2017 - 13:55h.

El músico y poeta Manuel Fuentes Martínez, autor de 'Diario de mi mentira', está ahora totalmente volcado en la escritura de su segundo y tercer libros, en los que reflexiona sobre la muerte y todo lo que la rodea, desde dos puntos de vista distintos.

Imprimir
Enviar por correo
FacebookTwitterGoogle +Menéame
Votar noticia Vota
Soy las miradas,
esas que ven más allá de las nubes,
la luna
oculta,
idiota y vergonzosa,
tras mil capas.
Y no entiendes,
que tengo la ingeniosa habilidad
de ser el humo de ese porro
que te coloca,
que suave como un suspiro
roza tus labios y boca,
escapa al aire
y allí,
flota.
Nunca viste
mi cuerpo desnudo,
mis tatuajes
esos de los surcos más profundos,
por los que corre
una tinta
más pura que la de mis venas,
que escupo en borrones
y deshago en letras.
(Manuel Fuentes Martínez, 'Oda a mí mismo', poema incluido en 'Diario de mi mentira)
Músico y poeta, Manuel Fuentes, que en su momento llegó a formar parte del proyecto #Plataforma, es una de las jóvenes promesas del panorama literario leonés, que empuja con fuerza sobre todo en la capital provincial, donde están surgiendo nuevas voces, tanto en la narrativa como en la poesía.
Aunque nacido en Santander, su madre es originaria de un pueblo de la ribera del Órbigo y su padre de Béjar (Salamanca). La ribera del Órbigo ha sido, y sigue siendo, en su opinión, la casa de los veranos de su infancia. Y ya sabemos, desde que nos lo dijera el poeta Rilke, que la infancia es la única patria verdadera, la época que en cierto modo configura nuestro ser. La infancia como patria común de todos, en palabras de Delibes, tal vez por eso nos identifiquemos de inmediato con un personaje infantil. Recuerdo ahora, por ejemplo, el personaje de Trino, que aparece en un magnífico relato, 'El silencio del mirlo blanco', de la autora leonesa Laly del Blanco Tejerina, que también es una gran promesa de la literatura que se está haciendo en la tierra.
Asimismo, Manuel reconoce que León, tanto la capital como el resto de la provincia, tienen un hueco entre sus apegos, según él, entre sus afectos.  "León ciudad recoge y expresa ese otro hogar, que he moldeado yo, en el que he crecido, como persona y autor, donde he escrito casi toda mi obra literaria, donde he descubierto mi propia lengua, me he abierto al mundo y he decidido liberar mi palabra. Sus calles, plazas y bares, que confrontan tranquilidad y vida, tienen el símbolo del hogar en mis ojos", se expresa con sentimiento este joven creador, que en el fondo se siente ciudadano del mundo.
En León comenzó cursando estudios de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de León, aunque recientemente ha decidido darse un respiro, aparcar por un tiempo la carrera y ahondar en su propio desarrollo personal, estudiando Filosofía, aclara él, lo cual le ayudará a buen seguro a profundizar en el conocimiento humano que redundará sin duda en un buen hacer poético, literario.
"Todo el lirismo del piano, mi instrumento, lo vertí en el papel con total y absoluto desconocimiento, dejándome guiar sólo por un criterio musical que es propio a mí mismo. Y prácticamente en el mismo estado, es como escribí mi primer libro"
Me resisto, resigno y existo
a una mera melodía.
En tintes de jazz cautivo,
un alma mira a otra a la deriva.
Silva incauto el corazón
en un perdón que rompe;
pero estalla el clima
y busca la razón allí donde ésta sobre.
Soy en ella sin respiro,
que vibra preso el fluido.
Soy, en esa onda de sangre,
el temblar que quiebra al olvido.
(Manuel Fuentes Martínez, 'Tempo y melodía a Jazz', poema incluido en 'Diario de mi mentira')
Música y poesía, un tándem perfecto
Como músico, está convencido de que en su caso poesía y música van de la mano. Cuenta que comenzó, en su época de instituto, a escribir prosa poética. Y curiosamente en aquella época era un asiduo lector de novela, "pero no de poesía". La poesía le ha ido llegando a través de pequeñas gotas –matiza-, a veces por obligación (los estudios), otras por casualidad, a través de la palabra de amigos y conocidos. "Aunque conocía la forma y rima, nunca me había fijado en ellas, simplemente en el contenido. Y con esta deficiencia lectora es con la que comencé a escribir en verso. Al ser así, todo el ritmo y el tempo de mis poesías lo desarrollé a través de mi oído, de mi gran amor hacia la música. Todo el lirismo del piano, mi instrumento, lo vertí en el papel con total y absoluto desconocimiento, dejándome guiar sólo por un criterio musical que es propio a mí mismo. Y prácticamente en el mismo estado, es como escribí mi primer libro", afirma Manuel Fuentes, quien, después de su ópera prima titulada 'Diario de mi mentira', está en un proceso de lecturas, de formación, de aprendizaje, como una necesidad imperiosa, inevitable, con el objetivo de conocer, de saber cómo se expresan otras personas, cuál es su visión del mundo, que le ayudarán a desgranarse a sí mismo en su escritura, precisa.
Entre sus variadas lecturas figuran autores y autoras de todo tipo, desde novelistas, pasando por ensayistas y poetas, hasta dramaturgos. "Y cada uno guarda una parte del puzle para conformar mi escritura".
Siente mucho cariño por 'Poeta en Nueva York', de Lorca, que es un libro de cabecera para él. Pero también le entusiasma Milan Kundera, "con su tremenda carga de pensamiento; Alexander Punskin y sus imágenes poéticas; Whitman, Michael Ende, Gabriel García Márquez". Y entre sus recientes descubrimientos está Wyslaba Symborska, que lo encandiló –asegura- con su profundidad y su humor; y Juan Manuel Villalba, "al que conocí en León, en cuyas letras he encontrado un aliado poético sorprendente".
La escritura y publicación de su libro 'Diario de mi mentira', hace ya dos años, es el comienzo de un camino, según él, del que no quiere apartarse. Una experiencia que le ayudó a mostrarse ante los demás, a mostrar una faceta que poca gente conocía, a "liberar hacia el mundo mis pensamientos más profundos y mis sentimientos más intensos".
Transcurrido el tiempo, desde aquella primera obra, Manuel cree que ha madurado como autor, tanto en pensamiento como en estilo, "volviéndome cada vez más hacia mi propia visión del mundo... siento que, aunque lo que escribí es propio a mí mismo, tiene una distancia enorme con lo que estoy escribiendo ahora", señala este creador, convencido de que la poesía es algo dinámico, que cambia con el tiempo y el pensamiento de la persona. "Actualmente para mí es una tremenda expresión estética de la vida, el pensamiento y el subconsciente, integrada en el día a día".
Está en un proceso de búsqueda, de descubrimiento, sobre todo en lo referente al estilo, porque cada estilo le brinda, a su juicio, una oportunidad para expresar de una manera u otra, destacando uno u otro aspecto dependiendo de su intención. "Cada día me siento más lejano al realismo y más cercano a la poesía conceptista y surrealista", aunque él mismo reconoce que su poesía emana de sus experiencias vitales y de una profunda reflexión intrapersonal de las mismas, "intentando hablarme a mí mismo, desde lo más profundo". Una poesía que a él le resulta liberadora, en la que también tienen cabida el amor, la tristeza, el dolor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario